El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó que nadie puede “salvar” a Brasil de la crisis sin contar con el apoyo de los demás poderes.
Bolsonaro cumple su segundo día de reuniones en Brasilia, donde se encontró por primera vez desde que fue electo el 28 de octubre con el actual mandatario, Michel Temer.
El excapitán del Ejército se reunió con el comandante de la Aeronáutica y con el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Dias Toffoli, junto al jefe de la máxima corte del país, defendió la armonía e independencia entre poderes y aseguró que tendrá un diálogo fluido con el STF durante su gobierno.
Su equipo ha empezado a revelar los primeros nombres de su gabinete, así como algunos proyectos de gobierno en materia económica, diplomática y ambiental, aunque restan muchas incertidumbres.
Ya nombró a cinco ministros (jefe de Gabinete, Economía, Seguridad Institucional, Ciencia y Justicia) y se esperan otras definiciones en los próximos días.
Bolsonaro tiene por delante el desafío de reactivar la economía brasileña, después de dos años de recesión y dos de tímido crecimiento, y de reducir los índices alarmantes de violencia, especialmente de homicidios; y todo esto con un programa de reducción del gasto público, mediante privatizaciones y una reforma del régimen de jubilaciones.