El abuso de los platos industriales “ultraprocesados” aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de muerte, según dos estudios europeos realizados entre más de 120.000 personas. Aunque no demuestran una relación directa causa y efecto, refuerzan los argumentos de trabajos anteriores que relacionaban los platos altamente procesados con un mayor riesgo de obesidad, hipertensión e incluso cáncer.
Los alimentos se consideran ultraprocesados cuando han sido sometidos a procesos de elaboración industrial (aceite hidrogenado, almidón modificado, etc.) y contienen muchos ingredientes, incluidos aditivos. Es importante resaltar que un plato preparado, sin aditivos, congelado o no, no forma parte de este grupo.
Entre los platos o alimentos que están catalogados como ultraprocesados se encuentran las sodas azucaradas o con edulcorantes, los “filetes” vegetarianos reconstituidos con aditivos, las salchichas, las sopas en polvo y los aperitivos en general. Por medio de estudios expertos afirman que generalmente son más ricos en sal, grasas saturadas y azucar, y pobres en vitaminas y fibras.
Según el Instituto Nacional de Saludad y la Investigación Médica (INSERM), a ello hay que añadirles los elementos contaminantes procedentes de los envoltorios y los contenedores plásticos. Este tipo de alimentos representa más de la mitad de los aportes energéticos en numerosos países occidentales. Asimismo, el mayor consumo de alimentos ultraprocesados (más de 4 porciones al día) se asocia con un riesgo de mortalidad, incluidas todas las causas, 62% superior en comparación con un menor consumo (menos de 2 porciones al día).