Un total de 103 personas, entre ellas 26 niños, han muerto en una decena de bombardeos perpetrados por el Ejército sirio y sus aliados en los últimos 10 días en Idlib y Alepo (noroeste del país), informó hoy Naciones Unidas, que además criticó el silencio de la comunidad internacional ante estos hechos.
Estos ataques aéreos se producen en medio de una “aparente indiferencia internacional”, criticó en un comunicado la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.