Contar con una contraseña robusta, única y que contenga números, mayúsculas y caracteres especiales es el primer paso para mantener protegidas las cuentas y datos personales. Cambiarlas y actualizarlas periódicamente es algo tan importante que en Estados Unidos hasta tiene un día especial en el calendario, donde cada 1° de febrero se celebra el Change your password day, con el objetivo de visibilizar y concientizar sobre este hábito tan fundamental.
ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, explica cada cuánto es conveniente cambiar las contraseñas de las cuentas, cuáles son los pro y los contra de cambiarla con periodicidad y por qué no hay una regla general para responder a esta pregunta.
“Actualizarla periódicamente debe ser una de nuestras prioridades.”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
“Si la contraseña es de 10 caracteres y solo usa letras mayúsculas y minúsculas, debería cambiarse cada mes, ya que es el tiempo estimado en que podría vulnerarse. Si se le agrega números, podría cambiarse cada seis meses y si además tiene símbolos, podría actualizarse anualmente; siempre dependiendo del tipo de contraseña, la clave del banco que es más corta, por ejemplo, debe cambiarse más seguido”, agrega el investigador de ESET.