El expresidente de Honduras (2014-2022), Juan Orlando Hernández, fue condenado este miércoles a 45 años de cárcel y cinco más de libertad vigilada por un tribunal de Nueva York por varios delitos relacionados con el narcotráfico y el uso de armas.
Esta medida lo libra de la cadena perpetua que solicitaba la Fiscalía. Entre los delitos establecidos está el haber permitido que narcotraficantes usaran al Ejército y a la Policía Nacional de su país para ayudar a traficar toneladas de cocaína a Estados Unidos.
El juez P. Kevin Castel sentenció a Hernández a pasar 45 años en una prisión federal. Un jurado lo declaró culpable en marzo en el tribunal federal de Manhattan tras un juicio de dos semanas, que fue seguido atentamente en su país de origen.
Hernández dijo ser inocente cuando se le dictó sentencia. También afirmó que fue acusado errónea e injustamente.
Hernández, de 55 años de edad, sirvió durante dos períodos como líder de la nación centroamericana, de aproximadamente 10 millones de habitantes.