La Gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, aprobó una ley que obliga a las empresas que han contribuido significativamente a la emisión de gases de efecto invernadero a financiar proyectos para mitigar los daños ocasionados por la crisis climática, una normativa que comenzó en la ciudad de Vermont.
De acuerdo con la nueva legislación, con esto se crea un superfondo climático para apoyar proyectos con sede en Nueva York que refuerzan la resiliencia del estado frente a eventos extremos como las inundaciones y el calor extremo. Entre los proyectos a financiar, se encuentra la mejora de los sistemas de drenaje de aguas pluviales, la creación de programas que aborden los problemas de salud pública o la implantación de medidas de protección costera y mitigación de inundaciones.
Se establece que las compañías responsables de la mayor parte de emisiones entre el año 2000 y 2018 paguen unos 3.000 millones de dólares anuales en los próximos 25 años.